Desde atrás de un inmenso mediterráneo vinieron cantando tres gargantas eternamente jóvenes. Puesto que es mentira que la experiencia propia sólo a uno le vale, dejame que te presente a mis tres profes españoles, abanderados del famoso anónimo "la puta... ¡que lindo estar vivo!", quienes (con la mejor de las buenas voluntades, cabe destacar), se animan a encabezar el desfile de mi familia: Joan, Ismael y el tío Sabina.
Por detrás, o por el oeste, dependiendo de como agarrés el mapa, vienen voces y guitarras por igual... mi compadre Adrián se animó a dejar las partituras para poner un rato en ejercicio su bigote de cantante. Juan Carlos le sigue las notas con soltura, demostrando que para ponerle onda a la cuestión, la cabellera no hace falta (pero tampoco sobra). Marcos, Daniel, Jorge, Carlos y Carlos me enseñaron que no solo las guitarras son las necesarias... pero, ¿que es eso?!
Tantas son las voces, que no me gustaría olvidar ninguna... el tío Silvio, por ejemplo, hace unos días me comentó que estuvo haciendo un experimento de seguimiento colectivo, y llegó a una conclusión bastante interesante: "Los amores cobardes (me dijo) no llegan a amores o a historias. Se quedan allí."
No por mala intención, ni mucho menos por menospreciar a tantas gargantas cantantes tan geniales que tan seguramente estoy olvidando en este momento (lo cual suele suceder, puesto que somos familia muy numerosa), permitime que te presente (y que te muestre de paso que en mi familia no somos todos músicos) al tío J.R.R., a Gabriel, a Umberto, Julio, Howard, mi tía Alfonsina ... permiso! ¡permisoo! bueno, sabrás disculpar, pero es que la casa es chiquita, y se hace un poco incómodo que estén todos aquí. Sucede que cada vez que traigo a casa la noticia de que les voy a presentar a alguien, todos se amontonan para conocer de quien se trata... y justo hoy te traje a vos. ¿Ves? ¡Les encanta dar la bienvenida!
¡Vení! Están todos invitados... tal vez conozcas a algún que otro miembro de la familia... lo cual siempre te va a servir para entrar un poquito mas cómodo a las reuniones. Pero nada más que un poquito, eh? mirá que si te da vergüenza hablarles, se van a ofender.
Éste es el primo Quentin, que se dedicó a dirigir algo un poquito mas complicado que rol... o bueno, por lo menos mejor remunerado. Algo parecido hizo J. Michael, el del apellido raro. Salvo que el, en lugar de actores, últimamente está probando con las viñetas.
También vino el pato con apellido tano (protagonista del famoso dicho: "pato con guantes, ataja penales"), el primo Robin, el tío parche (médico de la familia), mi tío segundo Akira (que, aunque algunos lo pongan en duda, el "tío segundo" SI es parte de la familia) y Tino.
Como tutores a cargo de la pequeña casa, te presento a la tía Ceci (mas "mamá" que "tía" para mi gusto, pero ella insiste...), el viejo Raúl, José Luis, Maru, Jorge y el padrino Buho.
Todos astillas del mismo palo.
De mis hermanos... Otro día te los presento. Ellos son bastante mas escurridizos... Sobre todo mi hermano mayor.
¿Entonces? que decis... ¿vas a formar parte de mi familia? dejame que te de un par de advertencias, ya que si entrás, dificilmente puedas salir después. En esta familia te vamos a enseñar...
- A levantarte todos los días sin dejar que la rutina te aplaste... ¡hoy puede ser un gran día!
- A disfrutar de todo aquello que sea difícil...
- A abrazar con ganas
Y sobre todo, he de advertirte que en mi familia, los finales felices no existen. Aquí hace tiempo que aprendimos a disfrutar de el camino por andar, a proponernos lo imposible...
¿Que tiene de feliz un final?
Nando. Abrigo de invierno.
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