Cuando esa estrella cuyo resplandor
cae cual gota de oro en mi pupila,
cuando esa estrella por primera vez
traspasó las tinieblas del vacío,
no había ni siquiera una casa en la Tierra:
eran viejas entonces las estrellas
y la Tierra, muchacha.
Se encuentran lejos las estrellas, lejos,
pero lejos, muy lejos.
Entre ellas nuestra Tierra es sólo un punto,
un punto pequeñísimo,
y Asia es la quinta parte de la Tierra.
La India es sólo un país del Asia.
en la India, Calcuta no es más que una ciudad.
Benerdji es sólo un hombre de Calculta.
Y he aquí lo que tengo que decir:
en la India, en Calcuta,
a un hombre le han cerrado su camino,
se le han puesto cadenas a un hombre que avanzaba.
Por eso
ni me digno a alzar la vista a las constelaciones.
Me dirán: las estrellas están lejos
y la Tierra, la Tierra es tan pequeña...
Y eso, a mí, ¡qué me importa!
Sepan que hallo más admirable,
más imponente,
más misterioso y grande
un hombre al que le impiden avanzar,
un hombre al que se carga de cadenas.